Con éxito y gran diversidad musical concluyó Rock al Parque 2023. El festival gratuito al aire libre más grande de América Latina. Y artistas alternativos que podrían ser o no rock, como Junior Zamora, Sonido Gallo Negro, Julieta Venegas e incluso los raperos Petit Fellas, estuvieron a la orden del día. Así fueron los tres días de diversidad musical.
Desde el sábado se sentía que Rock al Parque iba a estar increíble. No por nada, en un hecho histórico, reunió en los tres días a más de 390 mil asistentes en un solo lugar: el Parque Simón Bolívar.
Y artistas como los antes mencionados, sumados a Cabra y El Kanka, que también podrían ser o no rock, dependiendo del punto de vista, irónicamente, los más criticados por su presencia en el festival, fueron algunos de los más aclamados.
El escenario Bio, como hace muchos años no se veía en un cierre, llenó por completo para escuchar la melódica voz de Julieta Venegas. Incluso, desde la tarima principal, algunas personas corearon a la mexicana mientras interpretaba Me voy.
Sin embargo, la diversidad del festival no les gustó a todos. Para Juan José García, quien en un punto intermedio entre los escenarios Plaza, Bio y Eco repartía fanzines argumentado que el festival “no está programando rock”, propone cambiar el nombre de Rock al Parque por el “festival de músicas al parque o estéreo picnic al parque”.
“Así los curadores podrían traer a Jorge Celedón” para traer más público, “lo que pareciera es el interés de IDARTES”, señala.
Por eso, desde la fundación que dirige, Eco Triada Rock, propone dos cosas. Primero, que los “rockeros y los metaleros hagan una veeduría ciudadana al festival” porque son recursos públicos. Y segundo, que haya una “curaduría colegiada desde las mesas locales de rock”.
Pero el festival no solo fue diverso en musicalidad, en los tres días, en los que se presentaron 64 artistas nacionales e internacionales, la inclusión de bandas de la nueva ola también tuvo gran relevancia. Como el caso de La Banda del Bisonte.
Un grupo paisa que llegó a Bogotá gracias a un intercambio del festival con su homonímo; Altavoz. Quienes sintieron una “emoción increíble” por su primera vez en Rock al Parque y agradecen al público el “cálido recibimiento que nos brindaron”, nos dijo Daniel Betancur, vocalista de la banda.
La política también jugó un papel relevante en este edición del festival. Por ejemplo, cuando salió a escena La Vida Bohème, una agrupación venezolana, agradeció a los colombianos que hayan recibido con cariño a sus compatriotas.
Y desde México, algunos de los integrantes de Tijuana No, tenían camisetas con la bandera de Palestina.
Algo que le gustó mucho a Alejandra Peña, una asistente que fue por primera vez a Rock al Parque, porque piensa que es “importante hacer de las tarimas espacios de reivindicaciones y de denuncia, como el genocidio con Palestina”.
Por otro lado, las Zonas de Arte y Emprendimiento, lugares donde los asistentes podían acceder a productos, ropa, accesorios, libros, música y otros elementos creativos y sostenibles inspirados en el rock; registraron ventas por más de 200 millones de pesos.
Mientras que otros asistentes optaron por registrar sus mejores momentos a través de los retratos, dibujos, caricaturas y pinturas realizados por los artistas del espacio público invitados por el programa Arte a la KY.
Sin duda, Rock al Parque 2023 fue histórico y la diversidad musical gustó mucho. Y aunque a todos no les gustó, lo innegable es que este año las cifras demuestran el posicionamiento del festival y la importancia del espacio para Bogotá y el país.